La iglesia evangélica que El Señor quiere.
Es la que vendrá a buscar, sin mancha ni arruga, compuesta por todas y cada una de las personas que le hayan reconocido como su Señor y Salvador personal y hagan lo que dice su Palabra, la Biblia (Efesios 5:27).
No se llevará ninguna otra que no cumpla los requisitos que Dios ha ordenado en su Palabra. Así también -obviamente-, no se irá con Cristo ninguna persona que tenga pecado en su vida.
En el libro de Apocalipsis, en los mensajes del Señor a las siete iglesias, están las claves de ejemplo para que observemos como debe ser la iglesia cristiana que Dios quiere. (Apocalipsis, capítulos: 2 y 3.)
De la lectura de esos mensajes, se desprende mucha enseñanza para las iglesias bíblicas y sus ministros, así como también para todos y cada uno de los cristianos nacidos de nuevo. Dicha enseñanza se puede aplicar a las congregaciones actuales que predican al Señor Jesucristo y que desean ser bíblicas.
Evidentemente podemos comprobar que, actualmente, no todas las iglesias cristianas evangélicas son verdaderas (bíblicas), ni todos los que dicen ser ministros de Jesucristo lo son, ni tampoco todos los que dicen ser hermanos cristianos (Mateo 7:16), (2 Pedro 2:1), (Gálatas 2:4).
Lo ideal es que todos tengamos una clara idea de como deben ser las iglesias evangélicas verdaderas y también los ministros, llamados por El Señor a estar al frente de ellas, como responsables. Así estaremos mucho más protegidos de los engaños del enemigo que intenta desviar también com falsas doctrinas (2 Pedro 2:1).
Podemos decir que en dichos mensajes del Señor a las siete iglesias en el libro de Apocalipsis, El Señor nos enseña:
1º)- Como deben ser las iglesias evangélicas.
2º)- Qué actividades fundamentales deben hacer.
3º)- Los galardones que recibirán las que sean bíblicas.
4º)- Los castigos que tendrán las que no sean bíblicas.
5º)- Los falsos ministros, falsos pastores.